
Jessica Freudenthal
No alcanzan las espinas para iluminar tu nombre.
La piedra canta
labra el aire.
Se abre el ojo de un dios imaginario
y la tormenta amansa
una que otra inmediatez.
Para que intentar dilucidar
lo que no se ha nombrado nunca
y esta dicho ya
tendido sobre el suelo.
La forma del espejo,del oráculo perdido
bajo la piel.
No alcanzan
las mareas
las palabras
la sábana encendida
los días inundados de mentiras
la absoluta inensatez de la memoria...
La noche que se abre
que se inicia
y furiosa
se cierra como un rayo
para siempre.
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